viernes, 10 de abril de 2009

4. CUARTA Y QUINTA BIENALES



Cuarta bienal:
Sud-Acá
















Hoja de estampillas con obras de la IV Bienal,
editada por Ángel Cosmos († 1993)

La cuarta versión de la Bienal se llevó a cabo bajo el título de “Sud-Acá” –movimiento de artistas latinos integrado en Yellow Springs, Pensilvania, en 1989–, en el marco del Quinto Centenario de la irrupción europea al continente que sería América, en 1992; así, la convocatoria rezaba: Mundialización excentris/ interface/ descolonización. Metrópolis-periferia-barrio. La cultura multiétnica rebasa las fronteras al final del milenio. (Ya entonces se había derrumbado el Muro de Berlín y disuelto el socialismo real: eclosión de nacionalismos soterrados, fundamentalismos y etnias beligerantes, en conjunción con neonazismos y cabezas rapadas en los países opulentos.)

En el llamado a la IV Bienal eran admitidos y exhibidos los trabajos que aludieran al tema “El Sur en el Norte/ Fronteridad, choque/hibridación cultural y multilingüismo en el arte y la sociedad” y se daría preferencia a los trabajos que rescataran, incorporaran y destacaran grafias escriturales provenientes de las culturas autóctonas de los respectivos países.Se hacía un llamado especial a los realizadores artísticos de hablas hispanas y lusobrasileña, de portuñol, espanglés y niurriqueño (y sus vertientes artísticas: picuísmo, rascuachismo), o de otras transterridades, hibridaciones/parasitaciones/regurgitaciones de lenguajes y formas, a documentar las estrategias de resistencia-pervivencia-nuevo ciclo en el globalismo excentris de este fin e inminente inicio de siglo.




César Espinosa, en la Universidad
Hispanoamericana de La Rábida




Araceli Zúñiga en el claustro colombino



Con calidad propositiva y no competitiva, la Cuarta Bienal estableció dos sedes: inicialmente en España (curador Angel Cosmos), adonde regresó el mote sudaca transmutado en “Sud-Acá” para contrastar con el triunfalismo hispanista-eurocéntrico que acarreaba el V Centenario, en ese año 1992 del llamado "Encuentro de Dos Mundos"; a continuación tendría lugar en la Ciudad de México (curador César Espinosa), sede original de las anteriores bienales de poesía visual-experimental (con subsedes, en diversos bienios, en Calexico, San Diego y Oakland, en Estados Unidos, Milán, Italia, y Montevideo, Uruguay).

En tal talante, desembarcaron en el Puerto de Palos, a tiro de piedra del monasterio colombino de La Rábida, empeñados en contradescubrir España, dos miembros originales de “Sud-Acá”: Guillermo Gómez-Peña, proveniente de Mexa-York, y César Espinosa, de la Ciudad de México (“La Región más Contaminada del Aire”), en compañía de las coorganizadoras de la IV Bienal: Araceli Zúñiga, investigadora visual, y Leticia Ocharán, artista plástica y performanceadora. También arribó Harry Polkinhorn, estadunidense canochi, o sea, chicano al revés.

Leticia Ocharán (1997),
Harry Polkinhorn y César
Espinosa en el puerto de
Palos de la Frontera

Motivo: invitación de Angel Cosmos a participar en el curso “De arte y otros desamores/ Encrucijada del pensamiento estético en el fin del milenio”. De paso, y de contrabando, declarar abierta la IV Bienal en España –quinientos años después. Allí, en efecto, el contradescubrimiento alcanzó buenas dosis de desencuentro. Allí, Gómez-Peña escribió:

  • Des-encuentro de 3 mun-2
    México en AztlánCalifas en Spa-ña
    Ex-paña en Me-xico
    Triángulos de las Ver-mudas triangle
    Palos buenos palos malos
    Catológicamente hablando digo
    El Viejo Mundo
    se imagina pus-moderno
    El Nuevo Mundo se reinventa
    en la contigüidad continuo si-tinuo sin ti no
    te toca
    tenepantla tinemi tajoditzin
    untranslatable carnal
    against the New World Order
    trans-afloat
    the Great Atlantic border
    border fronteraabordo y desembarco
    ass I wassaying last night
    de Palo en Palo hasta el Caribe
    taino non plus ultra fornicare
    de Veracruz a Tenochtitlán
    de México Cida a Tijuana-Nirvana
    de Lost Angeles a San Antonio
    and güey beyond
    de Manhattan a Madrid
    & then to Sevilla & back/again
    to Palos
    two palitos can make one child
    o one poema en su defecto
    if you are not careful pirat
    (poema perfórmico visual para ser tipografiado con letra bien corporate chingona para un poster de turismo inter-con-ti-mental; no, mejor pa'los cuates rabiosos de La Rábida, a ver si se lo videograban en la memoria)
    Con amor del bueno: Guillermo Gómez-Peña, agosto de 1992 (enchilado desde el otro lado)
Y un mes después, en el cartel-catálogo de la IV Bienal en Madrid, Angel Cosmos respondía:

El Sur acá, ahí, ¡arriba!, every where

La IV Bienal de estos asuntos urgentes y cotidianos, como la poesía, la experimentación y la vista, amplía sus horizontes y se mete a redentora: el Sur acá, ahí, ¡arriba!, every where.

Un grupo de artistas plásticos y performanceros de la América hispana se reunió hace algunos años para crear un movimiento que se autonombró Sud-Acá, haciendo referencia al insulto generalizado y policiaco que los llamados españoles tienen a bien enjaretar a los nacidos en cualquier norte-sur de América, con tal de que hablen castellano.

Sinónimo y antónimo, Sud-Acá quita hierro aquí y pone fuego, tiempla. Es hoy Sud-Acá, no un grupo, sino una convocatoria abierta. De ida y vuelta: de idacá-vueltacá.

De fronteras indefinibles, de arte majas, de mágicas cópulas.

De nortes y sures.

De todos los mapas, de todas las posibilidades de marear.

De aquel pequeño grupo de artistas a más de 300 obras que acuden a una convocatoria en México y España.

De un largo centenar de poetas de todas las lunas.(Y para que la efemérides postal no deje de tener su conmemoración, se emite una colección de sellos-timbres de valor 92. Sólo. Arriba.)

El Sur.

Ángel Cosmos Díaz de Rada


Y en ese año 500, en el claustro de La Rábida, mexicanos, chicanos y españoles tuvieron buenas y malas vibras, tensas y extensas discusiones. Sud-Acá-sudacas: Gómez-Peña, con su chicano-destape-encuere: “Por favor, ya no me descubras más”, y Leticia Ocharán no tuvieron lugar para su performeo. Performearon donde pudieron, a 200 metros del convento donde Colón empeñó a su hijo y a diez kilómetros del mentado puerto de Palos y no palitos.

Durante una virulenta discusión sobre vanguardias musicales, un artista español (no remain nameless) comentó: “Por fortuna, nosotros no tenemos el problema de los indios. España (a diferencia de México) no está inmersa en la nostalgia por un pasado que ya no existe. Somos una nación posmoderna”. (¡Oh, paradoja!: Mister X poseía facciones moriscas.) Sobre ese soterrado sudaquear, Araceli Zúñiga escribiría:

  • Ya después, en el transcurso de las actividades, nos daríamos cuenta de que aún existen españoles –¿europeos? – que no han aceptado la teoría de que la Tierra es redonda... Aún creen –inquisitorialmente– que la cultura y la civilización –la vida, pues– terminan en el Peñón de Gibraltar, y de allí a los abismos. Para estos ejemplares, la Tierra, en consecuencia, sigue siendo cuadrada. Todas las demás formas de pensar, de vestir, de amar, de vivir, no existen. Y en caso de existir, ni se comprenden, ni se aceptan... ¡Faltaba más!

En todo caso, en ese año 500, la Bienal Sud-Acá fue inaugurada el 15 de septiembre –aniversario, nótese, del inicio de la independencia en México– en la Galería de Arte Contemporáneo “Justina Corbacho” (¿Gorbachov?) de Madrid, en virtud de los afanes de Angel Cosmos y de Cinabrio Qijano, editor galero muy sud-acá, un ex-pañol muy chicano.

De regreso a México, debido a razones de tipo financiero y por impedimentos personales, fue necesario prorrogar un año la realización de la IV Bienal. El tema propuesto inicialmente se retomaría en términos de “Resaca-exequias del V Centenario”, para recuperar las sesudas citas, sentidas execraciones, los laudos y reivindicaciones que la efemérides ameritó.




En México, la IV Bienal se acogió al espíritu del Movimiento Estridentista (1921-26)












La muestra de poesía visual y experimental tuvo lugar en 16 estaciones del tren subterráneo MetroAsimismo, y asumiendo el enfoque básico Estridentista, de naturaleza pionera sociourbana a propósito del setenta aniversario de la emisión del primer manifiesto grupal de ese movimiento, en 1923 –aunque el manifiesto Actual de Maples Arce apareció en 1921–, la IV Bienal se desplegó en los espacios de exhibición del Metro capitalino (tren subterráneo), que transporta a más de cuatro millones de personas –metronautas– diarias.









El periódico-catálogo respectivo se editó bajo el rubro de “Quinto manifiesto estridentista”. Se presentó la exposición colectiva internacional, con más de 100 autores de diversos países, así como la Sección Mexicana que comprendió trabajos de 30 a 40 realizadores de instalaciones que se ubicaron en espacios ad-hoc de 15 estaciones del tren subterráneo; hubo, además, un festival de video en varios foros y videosalas.

En este marco, se llevó a cabo un homenaje a Angel Cosmos, trágicamente fallecido en España en septiembre del mismo año.
Es importante mencionar que esta IV Bienal se desenvolvió en estrecha colaboración con el proyecto de investigación sobre las “Formas PIAS en México (del estridentismo a nuestros días)”, puesto en marcha y coordinado por Maris Bustamente; asimismo, se integró en el II Mes del Performance en México, organizado por el artista Eloy Tarcisio, con la presentación de un performance de Guillermo Gómez-Peña.

Performance de Guillermo Gómez Peña,
chilango-chicano, en la estación Pino Suárez
del Metro





Con objeto de institucionalizar y asegurar la continuidad de las bienales de poesía visual/experimental en México, en el contexto de la IV Bienal se decidió constituir una asociación civil bajo el nombre de Poesía Vixual - México/Internacional. Este organismo tiene a su cargo desempeñar actividades de organización, promoción, difusión y docencia de la poesía visual/experimental y ha sido convocante de las siguientes bienales.


Instalación "estrindentista"
dedicada a los zapatistas de Chiapas,
de Antonio Álvarezportugal
en la estación La Raza




No hay quinto malo…(V Bienal)











En la inaguración, los artistas
mexicanos Miguel Ángel Corona,

René Villanueva († 2007), Maris
Bustamante, Eloy Tarcisio y
Araceli Zúñiga, coorganizadora.

En efecto, la quinta Bienal fue importante en planteamientos; en principio, llevó también el título de “SUD-ACA = Chiapas = el sur en el norte”, en reclamo de una solución política, no militar, al brote guerrillero-indígena escenificado en el estado de Chiapas, colindante con Guatemala.


En la mesa, Arrigo Lora Totino, César Martínez y
César Espinosa,Ivette Román, Dick Higgins
y Miguel Ángel Corona.



Dick Higgins y Giovanni Estradada, en Xochimilco


Las actividades tuvieron lugar en los meses de enero y febrero de 1996 consistentes en cuatro exposiciones: una colectiva internacional, en el Museo Universitario del Chopo; una retrospectiva de 10 años de poesía visual en México, en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet del IPN; una sección mexicana, en la antigua Academia de San Marcos (plantel Academia de la ENAP) y una muestra de libro alternativo, en el plantel Xochimilco de la ENAP-UNAM; hubo asimismo una muestra de videopoesía y arte en Internet en TV-UNAM.

Performance "Lavandera nacional", de César Martínez (México)


Se celebró un homenaje a los pioneros latinoamericanos de la poesía visual y grandes amigos de la bienal mexicana: Clemente Padín, de Uruguay, que asistió personalmente, Edgardo-Antonio Vigo, de Argentina, y Guillermo Deisler, de Chile, entonces recientemente fallecido en el exilio y cuyo nombre se le dio a la bienal. También hubo un homenaje póstumo al poeta visual portugués Abilio-José Santos. Escultura-instalación en la antigua Academia de San Carlos, Centro Histórico

Performance de Miguel Ángel Corona en el Instituto Politécnico


Intervención de Clemente Padín








Ivette Román, de Puerto Rico

Asistieron artistas invitados de Europa, Sudamérica, EUA y el Caribe, entre quienes estaban Dick Higgins, de Estados Unidos, Klaus Groh, de Alemania, Enzo Minarelli y Arrigo Lora Totino, de Italia, así como los también italianos Giovanni Strada Da y Emilio Morandi (con sus esposas y colegas Renata y Franca), Clemente Padín de Uruguay y Silvana Dabat de Argentina, el cubano Pedro Juan Gutiérrez y las puertorriqueñas Ivette Román y Frida Medín, quienes realizaron sesiones de performances y muestras de videoarte y videopoesía; un ciclo teórico de disertaciones y paneles, así como una acción callejera en el Centro Histórico de la ciudad con recitales de poesía y actividades con el público.En una segunda etapa, a finales de septiembre y principios de octubre del mismo año, la sección internacional y la muestra de videopoesía de la V Bienal se presentaron en el vestíbulo principal de la Cámara de Diputados.


Inauguración de la V Bienal en
el Instituto Politécnico Nacional.




Muestra de libro-objeto
en la ENAP



Performance de Emilio
y Franca Morandi



Performance de Felipe Ehrenberg

Como corolario de las actividades de la V Bienal fue suscrita una Declaración internacional (ver al final). El documento se orienta a establecer las bases organizativas para la acción futura de los poetas experimentales, como la creación de un centro de operaciones que permita compilar, seleccionar, distribuir y difundir todo tipo de informaciones de su competencia. Sugiere también una encuesta sobre: “Las posibilidades futuras de la poesía experimental a la luz de los avances tecnológicos mediáticos del fin de siglo”*.

Inauguración en el edificio de TV-UNAM



Clemente Padín, actuación callejera en el Zócalo de la Ciudad de México.


1 comentario:

Luz del Carmen Vilchis dijo...

Estimado Maestro César Espinoza, utilizo este espacio para solicitarte permiso para publicar la portada del catálogo de la I Bienal Internacional de poesía visual en mi libro Historia del Diseño Gráfico en México (1910-2010) publicado por INBA - CONACULTA - EDICIONES BICENTENARIO. Gracias y saludos